El Mar demuestra: somos culpables
Durante unos meses de confinamiento en 2020, que pasarán a la historia como una anécdota, a pesar de los efectos inhumanos que han dejado (y seguimos ignorando), se realizaron reuniones en plataformas online con la esperanza de que esa tragedia haría reflexionar y reaccionar a todas las personas que compartimos una vida en este planeta. A pesar de la esperanza parece que nos hayan anestesiado y la empatía se haya difuminado. Ahora, una vez más, la naturaleza intenta enseñarnos la situación actual, y el Mar demuestra: somos culpables.
La esperanza de un “mundo mejor” ha estado siempre presente en nuestra historia (de la humanidad), y sin embargo, nunca somos lo suficientemente humildes como para reconocer que ese mundo, empieza por reconocer nuestros defectos, nuestros crímenes, nuestros infinitos niveles de avaricia, que solo generan sufrimiento en todos los seres vivos con quienes compartimos nuestro paso por el planeta.
Ya debería hacer dos puntualizaciones.
- Los únicos seres vivos que se lucran de ese sufrimiento son humanos. Normalmente políticos narcisistas y traidores a sus ciudadanos, o gestores de multinacionales (armamentísticas, farmacéuticas, energéticas…). Sólo ven el valor del dinero, y el poder del control, sin entender que no se podrán llevar nada a donde sea que vayan cuando estén muertos.
- El segundo punto, algo que parece que no lo hemos terminado de entender, y que no se explica suficientemente en los centros escolares. Los seres humanos somos mortales; es decir, tarde o temprano, vamos a morir porque esta es la naturaleza de nuestra especie.
Entonces, porqué seguimos matando, destruyendo, arrasando, mintiendo, y planificando más de todo lo anterior, en lugar de restaurar, reponer, sanar, y crecer, respetando la vida en general, y haciendo todo lo posible por prosperar como personas, y como miembros de la comunidad que nos acoge, la Tierra y su Mar.
El Mar nos culpa…
En el colegio explicaban que las personas tenemos un 65% de agua en nuestro cuerpo, que los músculos y los órganos necesitan esa agua para sobrevivir. Este Planeta Azul, se llama así por la misma razón, un 70% es agua. Así, cada ser humano, es una representación del planeta.
El agua es necesaria para sobrevivir, pero no cualquier agua. Su pureza, la temperatura, la salinidad, son algunas de las variables que juegan diferentes roles en ese frágil equilibrio. Alterar este equilibrio tiene consecuencias fatales, y por eso hace varios años se empezó a debatir sobre un proceso de “cambio climático” que llegaría en el futuro… a no ser que… bla, bla, bla.
La naturaleza nos enseña ejemplos desde el mar Mediterráneo (2023) que demuestran los efectos de nuestros abusos y que confirman el veredicto:
Una Carabela Portuguesa (no son medusas), típica de aguas frías, normalmente del Océano Atlántico, ahora en el Mediterráneo.
Varias medusas Rhizostoma blancas rotas en la playa.
Unos Ctenóforos luminiscentes en superficie y cerca de la costa, aunque son seres de las profundidades
Una hora en paddle surf dos días diferentes, y a unos 300 metros de la playa cantidades acumuladas de plásticos.
Conclusiones:
- No «vivimos un proceso de cambio climático», el clima ya ha cambiado.
- Llegamos tarde para seguir debates sobre políticas de prevención.
- Necesitamos agua para sobrevivir, una atmósfera sana, y un clima seguro.
- Debemos implementar acciones de intervención, drásticas y urgentes.
- La colaboración de los buceadores y de los pescadores es imprescindible.
- Cada País tiene que actuar conforme a las Responsabilidades y Obligaciones respecto al Cambio Climático y la Ley Internacional.
- Todos los actores sociales deben involucrarse, desde los profes de guardería, hasta los políticos y las corporaciones internacionales, en todos los estratos sociales, y categorías profesionales.
Si el 65% del Cuerpo Humano es agua, y el 70% del Planeta Tierra es agua; cada ser humano, es una representación viva del planeta.
Gonzalo Torquemada
Autor: Dr. Gonzalo Torquemada
Featured Image: Angela Compagnone
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