¿Puedes Hacer un Cambio?

En Septiembre retomamos las actividades del OveHum, y normalmente lo hacemos con referencias al tema de la educación. En los pasados 15 meses, el OveHum ha registrado visitas de 97 países diferentes, y a pesar de las diferencias culturales implícitas en esa diversidad, identificamos este mes como el mes en el que comienza el año escolar. Por ello solemos empezar recomendando las primeras conferencias o cursos para educadores, lecturas educativas para los estudiantes, o consejos para que los padres vayan volviendo «a la normalidad» después de las vacaciones de verano.

Es decir, damos por hecho que «lo normal» es que todos los niños en el mundo vayan al colegio… pero no es así… Por ello, queremos dedicar este post a reflexionar sobre dos cuestiones.

La primera tiene que ver con la finalidad de este Observatorio, ya que nuestro lema busca un cambio. Un cambio en la forma en que tratamos a nuestros niños y jóvenes, un cambio en la forma que tienen de tratarse entre ellos, en las actitudes que tenemos como adultos y sobre las culturas que debemos desarrollar, hacia una “Ciudadanía Global Humanizada”. Pero, cómo lograr ese cambio?. Una de las canciones que hemos utilizado en Institutos para trabajar Derechos y Valores Humanos, trata precisamente de esto, de quién tiene que empezar a cambiar, de cómo podemos empezar a hacer cambios. Y curiosamente, la respuesta tiene que ver con la imagen que se ve reflejada en  espejo, es decir, con uno mismo. Me refiero al tema «Man in the Mirror» de Michael Jackson en el que envía un mensaje muy claro: Si quieres un mundo mejor, mírate y empieza tú mismo con un cambio.

La segunda está relacionada con la percepción que tenemos de lo que es normal y lo que no lo es, y sobre la percepción «del otro». Por una parte, a veces olvidamos que las cosas que forman parte de una rutina para algunos, para otras personas serían un premio, un privilegio, o incluso algo inalcanzable. Cuando olvidamos, cuando normalizamos algo tan importante como poder ir al cole, poder comer todos los días, poder dormir bajo un techo, poder acudir a un médico si nos ponemos enfermos, o el valor de poder compartir y tener una familia… corremos el riesgo de infravalorar nuestra situación, que ya de por sí, es privilegiada.

Por otra parte, lo que percibimos como «normal» y como «diferente» a nosotros, se basa en una serie de variables que tenemos codificadas en nuestro cerebro, basadas en las experiencias que vamos viviendo, pero también en las expectativas que vamos desarrollando a lo largo de la vida. De esta forma vamos perfilando nuestras actitudes frente «al otro», sin pararnos a pensar demasiado en cómo esas actitudes también afectan al desarrollo de nuestra propia humanidad.

A pesar de todo lo anterior, en algunas sociedades, estamos tan dominados por la tecnología, tan abducidos por la imagen, que no pensamos en cómo nuestra percepción se ve alterada, ni en cómo afecta a nuestra esencia. Vamos “perdiendo el toque humano”, y poco a poco vamos olvidando los Valores Humanos básicos, como la empatía, la compasión, el cuidado y el respeto, pilares todos ellos de la ética humana que sostiene los principios del Observatorio, amparados en la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño, que entendemos, debe además mantener su presencia en todas las sociedades.

Hace poco desde el Comité de UNICEF de Georgia, hicieron este experimento social para sensibilizar y pensar sobre la situación de rechazo y discriminación que sufren muchos niños. Así pues empezamos el año escolar sin dar consejos, ni pautas de comportamiento, tan sólo vamos a lanzar una pregunta… ¿Puedes Hacer un Cambio?

Autor: Dr. Gonzalo Torquemada

Agregar comentario