Te Amo, Yo También Te Quiero

“He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.” El Principito, Antoine de SaintExupéry

Me gustaría dedicar este post al significado del Amor, comenzando por decir que debería estar presente todos los días, a pesar de que a veces no es fácil  mantenerlo como se merece. Ya hemos abordado la importancia de la calidad del tiempo que pasamos con nuestros hijos o estudiantes, pero no hemos hablado mucho acerca de la importancia de vivir nuestro amor, no sólo con ellos, sino en la familia, con nuestra pareja.

Un día en clase, estábamos hablando de lo vulnerables que somos, lo que tenemos que cuidar unos de otros, lo importante que es la familia, tener buenos amigos, estábamos hablando de la importancia de comprender el sufrimiento y la empatía, y cómo el amor, el amor verdadero es muy poderosa fuente que nos hace crecer, que ayuda a cuidar los unos de los otros y a resolver problemas. Y lo importante que es amarnos y conocernos a nosotros mismos antes de amar a los demás.

Una de mis estudiantes, una niña de 11 años, preguntó: Cómo podemos conocer el amor?. (El link lleva a su testimonio). Yo estaba preparado para responder desde un punto de vista adulto, pero era una pregunta complicada, porque pude ver que realmente estaba buscando una respuesta. Después de algunos comentarios acerca de diferentes conceptos, amar, tener, querer, cuidar, proteger, controlar, respetar, dar, confiar, otro estudiante dijo: Yo quiero tener cosas, eso me hace feliz.

Esto me dio la oportunidad de recordar un libro que leí cuando tenía su edad, El Principito. Durante el recreo busqué el libro, y encontré las palabras que quiero compartir con vosotros. A veces la vida nos aparta de este camino, pero es vital para mantener nuestros valores. Espero que esto ayude a comprender el significado del Amor, y la importancia de vivirlo.

-“Te amo” – dijo el principito…

-“Yo también te quiero” – dijo la rosa.

-“No es lo mismo” – respondió él…

«Querer es tomar posesión de algo, de alguien. Es buscar en los demás eso que llena las expectativas personales de afecto, de compañía…Querer es hacer nuestro lo que no nos pertenece, es adueñarnos o desear algo para completarnos, porque en algún punto nos reconocemos carentes.

Amar es desear lo mejor para el otro, aún cuando tenga motivaciones muy distintas.

Amar es permitir que seas feliz, aún cuando tu camino sea diferente al mío. Es un sentimiento desinteresado que nace en un donarse, es darse por completo desde el corazón.

Cuando amamos nos entregamos sin pedir nada a cambio, por el simple y puro placer de dar. Pero es cierto también que esta entrega, este darse, desinteresado, solo se da en el conocimiento. Solo podemos amar lo que conocemos, porque amar implica tirarse al vacío, confiar la vida y el alma. Y el alma ni se compra ni se vende. Y conocer es justamente saber de tí, de tus alegrías, de tu paz, pero también de tus enfados, de tus luchas, de tus errores. Porque el amor trasciende el enfado, la lucha, el error y no es solo para momentos de alegría.

Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía.

Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos.

Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí.

Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.”

-“Ya entendí” – dijo la rosa.

-” No lo entiendas, vívelo” -dijo el Principito.

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